Feria del Libro

por Javier Fernández Calles 

Hola a todos, espero que hayáis empezado la semana con buen pie.
Como ya dije, estas semanas van a ser más relajadas pero la semana pasada nuestra compañera ha vuelto al blog con un poema precioso (os lo dejo enlazado para que lo podáis leer aquí).
Pues hoy he venido para hablar sobre algo muy literario que ha pasado la semana pasada, que no es otra cosa que la Feria del Libro, con sus puestitos y esas cosas.
Si la Plaza mayor de Salamanca puede estar más bonita es cuando está llena de literatura por todos lados, con los puestos de las librerías ocupando todo el centro y, este año, además con la presencia de esta estatua que se ha vuelto famosita entre los habitantes (pertenece a esta exposición).

Bueno, he de confesar que en esta feria pues no he podido ojear mucho (de hecho solamente han caído dos libros, uno un regalo y el otro Steelheart de Brandon Sanderson, que tenía muchas ganas de empezar con este autor, si queréis ver que tal me parece pues atentos a Twitter y a Goodreads, si no se me olvida ponerlo como siempre).
Bueno, pues que me voy por las ramas, que no he podido estar mucho a pesar de que me llamaban la atención algunas de las presentaciones, aunque como paso 24/7 por la plaza pues siempre tenía unos minutitos (EJEM MEDIA HORA) para echar un vistazo a los libros mientras la atenta mirada de lso trabajos universitarios me clavaban la mirada en la nuca provocandome una excesiva culpabilidad.
Pero resumiendo de lo que quería hablar: me encanta ver los libros en la calle, a los libreros, lectores y escritores compartiendo su amor por la literatura durante una semana entera. Ver a los niños disfrutando de los cuentos, títeres y demás actividades. Me encanta ese olor a páginas nuevas inundando las piedras de la ciudad, caminar y cuando escuchas sin querer alguna conversación, esa sea sobre el último libro que se ha leído, sobre una recomendación.
En definitiva, me encantan los libros en la calle.